No hay que ir muy lejos para darnos cuenta que las tradiciones y las costumbres en el momento de casarse pueden ser muy diferentes. Entre nuestros vecinos más próximos también hay curiosidades en lo que respecta a la celebración de una boda.
En las bodas suecas, la novia lleva una moneda en cada uno de los zapatos. En el pie derecho una de oro entregada por su madre y en el izquierdo una de plata entregada por su padre. De este modo, se considera que se atrae la suerte y la prosperidad para la nueva pareja. Además, en el momento de decir el “sí, quiero”, se considera que el de los dos que lo diga más fuerte será quien llevará el peso de la relación.
En las bodas suecas, quien diga el «sí quiero» más fuerte, tiene un significado especial.

En Dinamarca, tanto los novios como las novias se visten con ropa tradicional y se la intercambian durante la ceremonia con la intención de confundir a los malos espíritus. Dice la tradición que así conseguirán despistarlos y no los molestarán en su nueva vida como matrimonio.
Tradicionalmente, en Noruega, los novios hacen una procesión justo antes de casarse, acompañada por violinistas. Además, durante el banquete, los discursos de los invitados son especialmente importantes y se pueden alargar incluso durante horas. Como particularidad, el final de la fiesta tradicionalmente viene marcado porque la novia se pasea entre los invitados y les da un pedazo de queso con miel y frutos secos. Cuando la bandeja está vacía los invitados saben que es la hora de despedirse.
En Noruega, los discursos de los invitados se pueden alargar durante horas.
Una boda en Rusia es sinónimo de una gran celebración. Hasta el punto que la costumbre dice que si no acaba con una pelea, entonces la boda ha sido un fracaso. Pero antes de empezar la fiesta, los novios tienen que comer un trozo de pan denominado Karavay con un poco de sal. El pan y la sal son símbolos de riqueza y prosperidad. Además, antes de empezar el banquete la pareja tiene que pisar una manta decorada.

Los británicos tienen una superstición. Evitan casarse los sábados porque para ellos este día es muy desafortunado para una boda. En cambio, el día más indicado para casarse es el miércoles.
Los británicos tienen una superstición evitan casarse los sábados.
Finalmente, en las bodas alemanas la novia lleva en el bolsillo un poco de sal y un trozo de pan para tener abundancia, mientras que el novio lleva cereales para que la suerte y la salud los acompañen.