Continuamos con el repaso de algunas de las tradiciones que hay detrás de la organización y la celebración de una boda. En este artículo nos centramos en las que tienen que ver con el día de la celebración y en el banquete de bodas.
La marcha nupcial
Es una de las melodías más populares en todo el mundo. Es la música que abre y cierra la ceremonia religiosa. El origen histórico se remonta a la boda de la princesa Victoria de Inglaterra con el príncipe Federico Guillermo de Prusia. En su caso, la princesa escogió las dos marchas: la marcha nupcial de Mendelssohn para su entrada en la iglesia y la ópera de Wagner para la salida de la iglesia de la mano de su esposo.
Lanzar arroz a los novios después de la ceremonia simboliza el deseo de los invitados de que los novios tengan muchos hijos.
Lanzar arroz a los novios
Es una de las tradiciones más características de las bodas. Se tiene constancia que se empezó a hacer en Europa durante la Edad Media. Simboliza el deseo de los invitados de que los novios tengan muchos hijos. Una tradición que los últimos años ha evolucionado y muchas parejas ya optan por tirar pétalos de flores, una alternativa más vistosa y menos molesta a la hora de limpiar.
El pastel de boda
Esta tradición es muy antigua y ha tenido varias variaciones con el paso de los años. Originalmente, nace en la antigua Roma. En aquella época los romanos rompían un pan por encima de la cabeza de la novia como símbolo de fertilidad. Después, los invitados recogían las migajas y se las comían. Esta costumbre se mantuvo hasta principios del siglo XVII cuando, en Inglaterra, se empezaron a hacer pequeños pasteles que se apilaban y que los novios tenían que pisar. Pocos años después, la idea evolucionó y se optó para hacer un pastel gigante. Es, precisamente, esta variante la que ha llegado hasta nuestros días, en que los pasteles tienen varios pisos.
Originalmente, la tradición del pastel de boda nace en la antigua Roma.