A menudo empiezo mis visitas con esta frase: «¿Qué haríais aquí si esto fuera vuestra casa? ¡Pues esto es Mas Terrats!»
Nacimos el día que alguien nos buscó para sentir la libertad que sólo las cuatro paredes de casa nos dan. ¡Queremos sonrisas, alegría y felicidad! Para conseguirlo, os ofrecemos una casa y toda nuestra complicidad.Permitidme, pero, una reflexión…
En un mundo tan competitivo donde se da tanto valor a la imagen y donde se tiene que ser siempre el primero, a menudo corremos el riesgo de convertir un acto de amor en una lucha. Ya no sólo se busca una boda perfecta donde todo el mundo se divierta y hable las mil maravillas. Sino que, tiene que ser el mejor y el más original. Tiene que superar el del amigo, del hermano, del primo, del vecino… ¡No nos engañemos! Es bien cierto que un evento lucirá más si cogéis un bonito espacio donde celebrarlo. Una cierta decoración que haga aún más increible el entorno. Un buen catering que haga de la comida una delicia. Un buen DJ que haga bailar todo el mundo y un buen fotógrafo que capte las muchas emociones que aquel día nos regalará (y sólo para hablar de algunos de los proveedores que intervienen en una boda). Pero esto no lo es todo, ni es lo más importante…
Lo que importa es la gente que nos rodea. ¿Habéis pensado nunca que podríamos ir al mejor palacio del mundo y encontrarnos la más aburrida de las bodas y, por el contrario, disfrutar muchísimo en una celebración sencilla?
La manera de organizar bodas evoluciona constantmente. Aquello que ahora nos parece fantástico, dentro de unos años, quizás no lo será tanto. Aquello que era genial hace un siglo, ahora no lo es. Las parejas de ahora no se casan del mismo modo que las de generaciones anteriores. Hay una cosa, pero, que no cambiará nunca. Aquello que, verdaderamente, lo hace precioso. La esencia de la boda: Vosotros y vuestra gente. Es por eso que:
La única cosa imprescindible aquel día es el amor, el vuestro y el de los amigos y familia. Si ellos os ven felices, serán felices.
No intentéis superar nadie! No os pongáis esta presión añadida, es totalmente innecesaria.
No pasa nada si algo no sale exactamente como estaba pensado. Lo importante es no dejar que pequeños detalles o imprevistos nos amarguen el día.
Si hay un día donde os podéis permitir ser tal como sois, es este. Si todos os conocen… jeje.
No importa si tomáis como referente una fiesta que habéis visto y os ha gustado, o si os atrevéis a hacer una que, de tan vuestra y auténtica, os convierte a vosotros en un referente de estilo. Lo que importa es que escojáis con libertad cómo queréis que sea. Si lo hacéis, tendréis la mejor boda del mundo porque llevará vuestra esencia.
Con esta reflexión sólo pretendemos ser como unos papelitos fluorescentes que engancharéis en la nevera para no olvidaros, en ningún momento de la preparación de vuestro gran día, de aquello realmente importante… traer Bitter Kas el día de la celebración para hacer feliz a tu suegra.