Ya ha llegado el otoño. Lo ha hecho casi sin hacer ruido. Sin que nos diésemos cuenta. Si no fuese porqué ya lo conocemos, no sabríamos ni que está aquí. Sabemos como se viste, con colores ocres y marrones. Y cuándo llega, las hojas se empalidecen y caen rendidas a sus pies.
…cuándo llega el otoño, las hojas se empalidecen y caen rendidas a sus pies.
Es una época del año muy especial para aquellos a quien les gusta dejarse seducir por la naturaleza, la luz del atardecer y los paisajes convertidos en una auténtica paleta de colores. Se mezclan tonos y colores que van desde el verde brillante del verano hasta el marrón oscuro de las castañas o de las setas.
Precisamente, el otoño es celebrado especialmente por los amantes de las setas. Una tradición que cada vez tiene más adeptos en Cataluña y que hace que, durante los meses de otoño, legiones de personas se repartan durante el fin de semana por los bosques y las montañas del país en busca de su tesoro más preciado: el cesto lleno de setas.
Robellones, boleto, rebozuelos o colmenillas se esparcen por las praderas y los bosques de toda la comarca.
El Alt Empordà es un pequeño oasis en éste sentido, ya que es un mosaico de hábitats espléndido que permite que haya una gran variedad de setas casi milagroso. Robellones, boleto, rebozuelos o colmenillas se esparcen por las praderas y los bosques de toda la comarca. Muchas de estas setas, también se encuentran en los bosques que rodean Mas Terrats.