El Empordà es una tierra de contrastes. Entre los paisajes marítimos mediterráneos y las tierras del interior al pie de los Pirineos. Muchos comparan la zona con la Toscana italiana.Esta variedad se complementa con una diversidad de pueblas que han sabido mantener su encanto durante el paso del tiempo. Todos ellos, a poca distancia de Mas Terrats.
Los callejones laberínticos de casas blancas característicos de este pequeño pueblo transmiten arte y surrealismo. El mismo que inspiró Salvador Dalí. El pueblo está rodeado de macizos rocallosos y por unas playas rocosas. Cadaqués tiene un encanto especial.
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CADAQUÉS
Por muchos es la Carcasona catalana. Peratallada es uno de los núcleos de arquitectura medieval más importantes de Catalunya. Situado en el municipio de Forallac, en el Baix Empordà, fue declarado conjunto històrico-artístico y Bien Cultural de Interés Nacional porque todavía conserva su antiguo aspecto feudal, las murallas, torres y castillos.
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PERATALLADA
Este pueblo costero ha sabido conservar el encanto de antes del boom turístico. Todavía conserva la estructura de un antiguo pueblo de pescadores de casas blancas, callejones estrechos a la orilla del mar y unas calas llenas de encanto. También se pueden visitar los impresionantes jardines del Castell-Cap Roig.
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CALELLA DE PALAFRUGELL
Un pequeño pueblo de visita obligada para los amantes del arte y, especialmente, de Salvador Dalí porqué aquí se encuentra el castillo construido el siglo XI que Dalí regaló a Gala. Es un núcleo pequeño, con calles estrechas, entradas portaladas y restos aún de las murallas, en el que se conserva la esencia medieval del Empordá. También vale la pena aprovechar para visitar el núcleo de la Pera, diminuto y soprendente.
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PÚBOL
Adentrarse por las calles de este pueblo es como hacer un viaje en el tiempo directamente hacia el siglo XIII. Monells está repleto de casas de aire medieval, arcos, callejones y la famosa Plaza San Jaime I.
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MONELLS
Este pueblo ha crecido a los pies del Macizo de Begur, y tiene la suerte de tener una de las calas con más encanto de la Costa Brava.
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BEGUR
El castillo, antigua residencia de los vizcondes de Rocabertí y condes de Peralada, es una de las joyas arquitectónicas mejor conservadas del Empordá. El pueblo tiene un encanto especial marcado, entre ntre otros,por la tradición vitivinícola. Fue la capital del condado cuando Figueres solo era pueblo con pocas masías. Hasta el punto que disponía de un ejército propio.
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CASTELL DE PERALADA
Es el típico pueblo que podría ser el escenario de una película medieval. Situado en el Baix Empordà, entre lo más interesante para ver destaca la plaza Mayor, las tumbas visigóticas, la iglesia, el castillo, la torre de las Horas, la muralla y el mirador Josep Pla, desde donde se puede contemplar toda la llanura ampurdanesa presidida por el macizo del Montgrí y con las islas Medes al fondo.
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PALS
Tuvo su máximo esplendor durante la edad mediana, cuando los condes de Empuries instalaron aquí la residencia oficial y se convirtió en capital del condado. La joya arquitectónica de este pequeño pueblo es la iglesia de Santa María (del siglo XIII), conocida como la catedral del Empordà. Pasear por sus callejones estrechos y empedrados os transportará en la edad mediana.
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CASTELLÓ D’EMPÚRIES
El término municipal de Palau-sator está formado por los pequeños pueblos de Palau-sator, Fontclara, San Julià de Boada, Sant Feliu de Boada y el vecindario de Pantaleu. El recinto amurallado es un magnífico ejemplo de disposición urbanística de un antiguo núcleo medieval. Para acceder hay que pasar por la llamada Torre de las Horas.
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PALAU-SATOR